El 22 de octubre se van a cumplir 6 meses desde que la vecina de Río Gallegos, Marcela López desapareció en las calles de la ciudad y nunca más se tuvo noticias de su paradero, mucho menos de los que realmente ocurrió con la mujer. Todos los esfuerzos de la familia para que se investigue otra hipótesis que no sea el suicidio, fueron infructuosos. Las irregularidades investigativas y los datos que surgen alrededor de un armado de falsas pistas para desviar la atención, son preocupantes y más que evidentes.
La causa está en un limbo judicial, dado que la querella acudió a la justicia federal con el fin de que este fuero destrabe la investigación, impulse la misma bajo la carátula de “Secuestro extorsivo”, en base a declaraciones del principal sospechoso, la ex pareja de Marcela (Luis Balado), fundado en los testimonios de haber hallado dólares termosellados en su casa, huesos, pelos y un llavero de Marcela en el patio de sus dos viviendas (cerrajería y chacra) y aún así, el Juez Federal de Río Gallegos no encontró méritos para hacerse cargo y todo está, ahora, en manos del Juez Javier Leal Ibarra de la Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro Rivadavia.
En un repaso rápido, se puede sobrevolar una causa con fuerte condimento político, donde algunos involucrados con el crimen realizan todos los esfuerzos necesarios para orientar la búsqueda hacia hipótesis de poco sustento, escasa probabilidad y en medio de teorías absurdas como las referidas por la jueza Valeria López Lestón a Rocío, la hija de Marcela, sobre que a su mamá se la “podría haber comido un mamífero” o que los huesos enterrados en el patio de la vivienda, podrían haber sido “dejados allí por perros o gaviotas”.
A seis meses de la desaparición sin rastros de Marcela López, el silencio oficial es más elocuente que un grito. Nadie vinculado a los Derechos Humanos, al ministerio de la Mujer o los organismos sobre trata y desaparición de personas o defensa de la mujer y la familia han hecho suyos el reclamo de justicia ni se han abocado a mantener viva la llama de la duda sobre este crimen, para obligar a los investigadores a modificar su conducta y exigir justicia verdadera.
Sin duda que el caso roza al poder y de allí que nada progrese en el ámbito de la investigación. La incógnita es, ahora, si esta suerte de complicidad del poder con la impunidad de un hecho flagrante de desaparición de una persona en democracia y en tierras del matrimonio que hizo de los DDHH y el relato de los desaparecidos, aunque no fueran tales, como el caso Maldonado, una bandera partidaria usada como tapadera de la corrupción y crímenes vinculados con la orga gobernante, sufrirá un quiebre en algún momento y se expresará sobre un caso cuyo silencio hace demasiado ruido.
La otra Marcela
El 6 de septiembre de 2015, la mujer trans Marcela Chocobar, a la salida del boliche Russia, subía a un auto conducido por dos hombres y desaparecía por varios días, hasta que su cabeza cortada en la segunda vértebra, fue encontrada envuelta en una bolsa negra en el barrio San Benito.
Oscar Biott y Ángel Azzolini son los imputados detenidos, ambos vivían en una cabaña de tres existentes en un predio de la empresa Kank y Costilla, que supuestamente le alquilaban, porque han un testimonio de que no les cobraba alquiler, Martín Báez, el verdadero propietario del inmueble. En tanto a Adrián Fiorimonti, un año después del crimen le dictaron falta de mérito. Algunos sospechan que la existencia de un familiar suyo en la Justicia podría haber jugado un papel preponderante en la decisión de no seguir la pista. La prueba pericial más importante y contundente, señala que en el cuello del saco negro que usaba Marcela Chocobar, se descubrió ADN de Oscar Biott
Aún cuando la prueba técnica más contundente de la causa es la pericia que descubrió el ADN y más de 50 testigos pasaron a declarar, todo sigue en el mismo lugar. Muchos conectan el crimen aberrante de Chocobar, con gente del poder en Río Gallegos y Santa Cruz. Está considerado “un crimen de odio”, pero la propia justicia se ha negado a incluirlo como femicidio, tal lo pide la familia de la chica trans.
Como en el caso de Marcela López, el silencio oficial y la falta de apoyo de los organismos de los DDHH e instituciones en defensa del Género de la provincia, pone la nota distintiva, precisamente por la gestión de Alicia Kirchner, quien se ufana de encabezar la defensa de la mujer en tierras cuna de la bandera del feminismo, LGTB y la lucha contra la discriminación y los derechos de la mujer y la familia.
Monumentos y palabras
El 9 de marzo 2021 Alicia Kirchner y el Intendente de Río Gallegos, Pablo Grasso inauguraron en Avda Riquez y en conmemoración del Día Internacional de la Mujer, una escultura que simboliza a una mujer con los brazos levantados en signo de lucha y una antorcha en sus manos.
Grasso dijo “para nosotros es muy importante entender esto como un momento de reflexión, no solamente por nuestras madres y hermanas, por todas aquellas mujeres que nos han forjado. Las que han hecho el esfuerzo a lo largo de la historia, pero también por las que ya no están y nos obligan a seguir trabajando y construyendo con igualdad”.
La Gobernadora afirmó “a las políticas de género hay que abordarlo desde lo territorial, porque todos los lugares son diferentes, yo estoy luchando como Gobernadora de la Provincia es por eso que necesito que me ayuden con todas sus fuerzas” (¿?).
Puras palabras vacías y de contorno difuso. La marquesina encendida del relato sobre los derechos de la mujer y la familia, no se condice con la desaparición de Marcela López y el crimen atroz de Marcela Chocobar, solo por nombrar los casos más icónicos que rozan al poder, donde la ausencia del Estado, incluyendo los mismos que crean frases e inauguran monumentos alegóricos, se hace tan evidente que todo parece una burla más ejercida desde la impunidad que encubre la verdad en cada caso y en cada crimen. (Agencia OPI Santa Cruz)
Sin duda la complicidad del gobierno se manifiesta en ambos casos. Nunca un tiro para el arco de la justicia….. huele mal Santa Cruz
Buena nota, recordatoria, para no olvidar para tener siempre presente
¿Saben algo de que resolvió la justicia federal?
No hay justicia en Santa Cruz, es como buscar una aguja en un campo de girasol
las juezas son todas K ¿que esperan?
DEBEN LLEGAR A LOS TRIBUNALES INTERNACIONALES DE DDHH,,, AHÍ SE LES VA A EMPEZAR A ARRUGAR EL CULO,,,,, CUANDO LOS JUECES SE VEAN ESCRACHADOS EN LOS MEDIOS INTERNACIONALES SE TERMINA LA JODA. NADIE QUIERE QUEDAR CON LOS DEDOS MARCADOS
Ajo y agua …luego de 38 años aún hay un 33 % que vota por esto. A S C O …
La justicia es como la economía. El principio económico elemental es muy sencillo, hay que gastar menos de lo que ganamos, eso vale para las personas, las empresas y los países. Argentina desde hace 70 años gasta más de lo que recauda, eso históricamente lo cubrió con deuda interna o externa, privatizaciones o emisión monetaria. El resultado de esas políticas fue no tener una moneda y padecer altas tasas de inflación, que en los últimos 70 años fueron en promedio 4,2% mensual. Argentina paso de ser el sexto país más rico del mundo, a ocupar el puesto 60 hoy en día. De tener los salarios más altos de Latinoamérica a estar junto con Cuba y Venezuela entre los peores. De tener 9 % de pobres en 1977 a tener 45% actualmente. Por lo tanto si los corruptos se apoderan de la justicia, como sucede en Santa Cruz, sucede lo mismo.