La Rosada armó una foto con gobernadores para apuntalar el acuerdo: chicanas a Macri y mensaje a La Cámpora

El presidente Alberto Fernández se reunió con gobernadores en la casa de gobierno para analizar el acuerdo con el FMI - Foto: NA

Según publica Clarín Reunidos por el jefe de Gabinete, Juan Manzur, una docena de mandatarios le transmitió su apoyo a Alberto Fernández.

Por: Ignacio Ortelli

En medio de los tironeos internos del Frente de Todos y en un escenario de alta tensión en la negociación con la oposición, el Gobierno mostró el apoyo de gobernadores al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que debate el Congreso.

Convocados por el jefe de Gabinete, Juan Manzur, una docena de mandatarios desfiló este martes por la Casa Rosada, en lo que fue una previa al desembarco en la Cámara de Diputados, donde los esperaba Sergio Massa, el encargado de la negociación con el bloque de Juntos por el Cambio y de la búsqueda de consenso en la tropa oficialista.

Minutos antes de las 12, los gobernadores, en su mayoría del FdT y de partidos provinciales alineados con el Ejecutivo, comenzaron a asomarse por la explanada de Avenida Rivadavia. En el primer piso, primero en su despacho y luego en el Salón Eva Perón, los esperó Manzur. Y finalmente el presidente Alberto Fernández decidió sumarse y pasó a saludar y a agradecerles por el respaldo.

En un breve encuentro, dado que fue una escala intermedia para la tropa de gobernadores antes de su visita a Diputados, hubo coincidencia respecto a la necesidad de que se apruebe el acuerdo para evitar que Argentina caiga en default. “Hay que cerrar filas y dejar de pegarnos entre nosotros: acá el responsable de todo esto fue Macri”, le dijo uno de los presentes a un interlocutor del Ejecutivo.

Al menos en la reunión, nadie quiso involucrarse en un enfrentamiento con La Cámpora. Y no hubo críticas abiertas a la postura adoptada por Máximo Kirchner y sus dirigentes frente al debate del proyecto, aunque por lo bajo no faltan reproches ante la “actitud irresponsable” por parte del hijo de la vicepresidenta.

Son, de todos modos, lamentos en off incluso desmentidos si se contrasta con lo dicho por esos mismos dirigentes públicamente y que por supuesto no se escucharon durante el convite en Balcarce 50. El riesgo de que en un encuentro tan amplio trascienda lo que se dice en forma privada es alto.

La lista de asistencia

Entre los presentes se anotaron los peronistas Ricardo Quintela (La Rioja), Raúl Jalil (Catamarca). Osvaldo Jaldo (Tucumán), Gustavo Sáenz (Salta), Sergio Ziliotto (La Pampa), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Mariano Arcioni (Chubut) y Sergio Uñac, quien se sumó al final a la comitiva que fue hacia el Congreso y por eso no apareció en la foto difundida por Presidencia.

De partidos aliados al Gobierno estuvieron el misionero Oscar Herrera Ahuad (Frente Renovador de la Concordia) y el neuquino Omar Gutiérrez (MPN), mientras que Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Alicia Kirchner (Santa Cruz) enviaron a sus vices Carlos Silva Neder y Eugenio Quiroga.

En Diputados, luego, se plegó el santafesino Omar Perotti, quien no pudo estar antes por su paso por Expoagro. Fue la misma explicación que dieron voceros del bonaerense Axel Kicillof, al justificar su ausencia en la movida: “Se había comprometido en su agenda desde hace varias semanas”.

Tampoco estuvieron el chaqueño Jorge Capitanich, de viaje en el exterior, el formoseño Gildo Insfrán, Gustavo Melella (Tierra del Fuego) y Arabela Carreras (Río Negro). El cordobés Juan Schiaretti, crítico del Gobierno y en consecuencia ajeno al poroteo de los diputados de su bloque, no fue de la partida. En tanto, por el puntano Alberto Rodríguez Saá ni siquiera se hizo el intento, luego de que explicitara sus diferencias con el ministro de Economía, Martín Guzmán, y cuestionara al FMI.

Con todo, en Casa Rosada no hubo gobernadores de Juntos por el Cambio: ni el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, ni los radicales Rodolfo Suarez (Mendoza), Gustavo Valdés (Corrientes) y Gerardo Morales (Jujuy). Este último, el que más diálogo tiene con el Presidente, evitó prestarse para la foto pero sí desembarcó en el Congreso, donde se pronunció fuertemente a favor de la aprobación del proyecto y reconoció el origen de la deuda con el FMI. “Es cierto que esta deuda la tomamos nosotros y me hago cargo. Algunos halcones me pegan (…) del mismo modo que algunos no ven que el Gobierno viene endeudándose en US$ 65 mil millones”.

El pronunciamiento de Morales fue festejado cerca del Presidente. “Es de los pocos opositores responsables que entienden que este no es un problema de un gobierno sino de toda la Argentina y que no hay margen para un default”, reconoció un albertista de paladar negro que admite que esa crítica se puede extender hacia algunos sectores de la tropa oficialista.

El apoyo aliado

Un rato antes, los gobernadores peronistas habían ratificado un rato antes su apoyo a la iniciativa del Ejecutivo. “No es lo mejor pero es lo que había que hacer. Es la necesidad de la Argentina que ante el mundo mostremos que se deben honrar las deudas. Le va a dar a la gente seguridad jurídica y previsibilidad a los gobiernos”, dijo Sáenz, que en la reunión fue uno de los que sugirió defender el acuerdo bajo la misma lógica de lo que había hecho cada gobernador con las deudas en sus provincias.

Una curiosidad: tanto el salteño, que no es un frentetodista puro, como el neuquino Gutiérrez, de una fuerza provincial, fueron los más enérgicos en la cumbre.

Públicamente, el chubutense Arcioni, que se había desmarcado de la Casa Rosada en las Legislativas, puso la cara por Fernández. “A nadie le gusta acordar con los organismos internacionales, pero es una responsabilidad que debemos asumir. No podemos quedar por afuera del mundo”, sentenció en un mensaje que pareció destinado a La Cámpora. Pero al mismo tiempo pidió recordar “el origen de la deuda”, en alusión a la administración de Mauricio Macri.

Si bien la cumbre giró casi en su totalidad en torno al FMI y todos se comprometieron a trabajar para que sus diputados convaliden el proyecto (en el Gobierno dicen que son entre 50 y 60 voluntades), hubo espacio para otro tema. Fue cuando un gobernador le preguntó al Presidente su visión sobre la guerra que trazó Rusia en Ucrania. “Es una tragedia, que tiene que parar. Europa tiene que involucrarse para parar la guerra”, respondió el Presidente, según fuentes inobjetables. (Clarín)

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