(Por: Giuliano Ventura para OPI Chubut) – La aparición de pintadas y carteles en Comodoro Rivadavia, artísticamente pintados, resaltados y manufacturados con la leyenda “Luque Gobernador”, pone en debate la acción del actual intendente de esta ciudad chubutense, Juan Pablo Luque y el sentido de la oportunidad que tiene, para candidatearse a las elecciones del año que viene.
Sin duda estos carteles no han aparecido por efecto de la magia y mucho menos con el desconocimiento del intendente, como hipócritamente ha tratado de decirlo en algunos medios afines, intentando que la gente crea que es una “jugada” de personas que lo acompañó en la campaña 2019 y ahora (solo por cuenta de ellos) lo proponen como candidato a la gobernación para el 2023 por parte del Frente para la Victoria.
Munido de un infantilismo político que preocupa, porque sin duda va a ser candidato en el 2023, Luque niega lo obvio y saca de la galera las mismas excusas increíble de cada político al cual lo tientan a mirar más allá del cargo que ocupa. Frases como “Hoy no estoy pensando en la gobernación”, “Mi responsabilidad hoy es la municipalidad de Comodoro” o cosas por el estilo, son clichés a los cuales el propio Luque alude cuando dice: “Hay muchos compañeros que me han ayudado a llegar a la Intendencia y que están comprometidos con este proyecto y con lo que hacemos. Yo soy un agradecido a todo eso pero es demasiado temprano”, lo expresa en el diario Jornada.
Y es una mentira tan obvia, como que esos carteles adelantan su próxima jugada política por la cual se muere: ser gobernador de Chubut. Pero no lo dice, juega con la estupidez de la responsabilidad actual y su dedicación a ser intendente, cuando en realidad tanto él como su grupo está trabajando fuertemente para pisar en Rawson representando al kirchnerismo absurdo.
Luego, al leer los próximo párrafos de la nota, el lector se da cuenta al instante que el cartel no solo se hizo con el aval de Luque, sino que utiliza al mismo como disparador para decir todo lo que está haciendo y hacerse el distraído de que “la gente lo pide”, con lo cual soslaya la gobernación porque en estos momentos “tiene cosas mas importantes en qué pensar”.
La hipocresía del intendente tiene que preocupar al chubutense medio. Es un político que busca poder y en virtud de sus objetivos, desnuda su increíble ambición por llegar a como dé lugar. Y en ese camino, promete el mundo soñado que ni siquiera ha podido plasmar como intendente de la ciudad de Comodoro Rivadavia, que hoy lo debería mantener realmente ocupado para mejorar la infraestructura y los servicios que son deplorables. (Agencia OPI Chubut)
Luque es igual que todos los peronchos, zurdos y kirchneristas que dicen una cosa y hacen otra. Lamentablemente esta rifando su carrera politica