Según publica La Nación La puesta en escena buscó ratificar el mensaje de que la prioridad es la gestión; la obra, que aún no fue licitada, permitirá ampliar la capacidad de transporte de gas y el abastecimiento interno; antes se reunió con integrantes de la comunidad mapuche.
Por: Santiago Dapelo
En Añelo, bajo una inclemente ráfaga de viento, Alberto Fernández encabezó el lanzamiento del gasoducto que lleva el nombre de Néstor Kirchner, al que definió como “el mejor presidente de la democracia”. En el aniversario de los 10 años de la estatización de YPF, el presidente le dedicó una brevísima mención a Cristina Kirchner, pero la vicepresidenta estuvo más que representada por aliados de peso, como el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y el subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, el controller camporista para los aumentos de tarifas.
El acto sirvió de vidriera para lo que pretende en esta etapa el Presidente: mostrar gestión más allá de las diferencias internas. En palabras del jefe de Gabinete, Juan Manzur: “No hablar más de política”. Todo se compone de gestos en este momento de convulsión en el Frente de Todos.
Es por eso que Kicillof, con YPF como metáfora, le marcó la cancha al mandatario: en su discurso, el gobernador dio a entender que todo comenzó durante la presidencia de Néstor Kirchner, se profundizó durante los mandatos de la vicepresidenta y ahora con Máximo Kirchner, que con el impuesto a las grandes fortunas que se usará para financiar parte del gasoducto. Ese es el camino que el kirchnerismo le exige al jefe del Estado.
La obra del gasoducto, que aún no entró en licitación y se adjudicará en mayo, está en ese sendero, según explicitó el mandatario provincial. Basualdo, en primera fila, aplaudió gran parte del discurso. El funcionario quedó nuevamente enfrentado al Presidente y el titular del Palacio de Hacienda tras la presentación de un informe en el que contradice la hoja de ruta que el Gobierno fijó para las tarifas.
La respuesta a Kicillof llegó en forma de video. Desde Estados Unidos, donde mantuvo reuniones con las autoridades del FMI, el ratificado Martín Guzmán explicó las bondades de la obra, a la que calificó como “el proyecto de infraestructura más importante para la Argentina para los tiempos que se vienen”. Según las palabras del ministro de Economía: “Esto nos va a permitir darle más competitividad a todo nuestro sistema productivo, en particular a nuestra industria”.
Visiblemente incómodo por el viento y la “arenilla”, el Presidente presentó la puesta en marcha de la construcción del gasoducto que permitirá ampliar la capacidad de transporte de gas, el abastecimiento interno y la integración energética nacional a través de una inversión aproximada de 3400 millones de dólares que será financiada con fondos del Tesoro y del Aporte Solidario y Extraordinario. En primera fila y delante suyo se sentó Basualdo.
“Hoy estamos poniendo en valor algo muy importante para el desarrollo de la Argentina, porque no hay posibilidad de que el país se desarrolle sin industria, ni que la industria crezca sin energía, ni que esa energía salga de otro lugar que de suelo argentino”, dijo el mandatario acompañado por los gobernadores de Neuquén, Omar Gutiérrez; el secretario de Energía, Darío Martínez; el presidente de YPF, Pablo González, y Kicillof.
Y agregó: “Esta empresa debe ser orgullo de todos los argentinos y es esencial que siga creciendo, investigando, produciendo, buscando petróleo y gas, y que puedan distribuirlos a lo largo de toda la Argentina para que el país crezca federalmente. Ya no nos alcanza que el gas llegue al centro del país, necesitamos que llegue a cada rincón de la Argentina”.
Además, participaron del acto el gobernador de La Pampa, Sergio Ziliotto; el ministro de Hábitat, Jorge Ferraresi; el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello; la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti; el secretario general de la Federación de Trabajadores de la Industria del Gas Natural, Guillermo Mangone, y el diputado nacional Julio Pereyra.
Desde la planta de tratamiento de YPF en Loma Campana, Gutiérrez destacó la importancia de un Estado que “promueve una inversión con recursos de todos los argentinos para acelerar el desarrollo y poder llegar a calefaccionar los domicilios que nos faltan en el resto del país”.
Antes del acto, el Presidente se reunió con representantes de la comunidad mapuche. El encuentro se produjo tras su aterrizaje en Neuquén. “Me pidieron que se escuche su visión cuando se construya el gasoducto”, contó Fernández a los medios locales.
Según publicó el diario Río Negro, participaron del encuentro Gutiérrez y dos autoridades de la Confederación Mapuche de Neuquén. Ahí le entregaron al mandatario una copia del Convenio 169 de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) que establece los derechos de los pueblos originarios y un informe ambiental con los supuestos efectos de Vaca Muerta. (La Nación)