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Tras el bloqueo a las importaciones, el Banco Central compró la mayor cantidad de dólares en la gestión de Alberto Fernández

Banco Central - Foto: NA

Según publica La Nación Tras trabar casi toda la demanda de empresas, se quedó con el 85% de las divisas operadas en la plaza oficial para concretar la mayor adquisición en cinco años y medio.

POR: Javier Blanco

El bloqueo de hecho impuesto a buena parte de la demanda importadora, junto con una pausa en las compras de entes oficiales para atender pagos por energía, le permitió al Banco Central (BCRA) comprar algo más de US$580 millones. Eso le supone alzarse en una sola rueda con un 82% más de todas las reservas que había acumulado por intervenciones sobre el mercado hasta antes de que se pusieran en vigencia las últimas medidas cambiarias.

El inusual monto adquirido no solo representa que la entidad se quedó con US$85 de cada US$100 liquidados por la plaza oficial (el volumen operado escaló hasta los US$685,702 millones), sino que supone la mayor compra oficial en la “era Fernández”, incluso la más importante para una jornada desde el 20 de diciembre de 2016 (pasaron 5 años y medio), cuando había adquirido US$700 millones.

Vale recordar que en dicha fecha la entidad le había adquirido directamente al Banco Nación esa suma, que provenía del blanqueo de capitales, para evitar que semejante extraordinaria liquidación impacte en el precio de la divisa.

El monto le permite pasar a mostrar un saldo positivo en torno de los US$400 millones por sus intervenciones sobre el mercado en lo que va del mes, cuando hasta hace apenas tres ruedas acumulaba un rojo cercano a los US$590 millones, tras haber concretado compras por unos US$995 millones en lo que va de la semana.

La vuelta de campana que exhibe del mercado oficial tiene que ver con las trabas que la abrupta imposición de la nueva normativa cambiaria, dada a conocer cuando estaba por abrir el mercado el lunes pasado, impusieron a la demanda importadora privada.

La circular, además de recortar otra parte de la demanda (por caso, la vinculada con el pago de servicios), obligó a los bancos y operadores a adecuar sus sistemas normativos y a las empresas a renovar sus declaraciones juradas, lo que impidió que sean cursadas las operaciones de compra, incluso aquellas prepactadas.

En paralelo, se registró una súbita mejora en las liquidaciones, especialmente las del sector agropecuario (en el mercado las relacionan con el repunte de hasta 2% que vuelven a mostrar los precios internacionales de los granos, que recolocaron a la soja por encima de los US$610 en Chicago), lo que permitió que el volumen operado en las últimas tres ruedas supere los US$1720 millones, cuando al cabo de toda la semana anterior había sido de apenas US$1157 millones (34% menor).

“Con la demanda importadora todavía desarticulada por efecto de las restricciones, el BCRA tuvo un resultado significativo por su actividad de hoy, en una jornada en la que el dólar mayorista cerró a $125,04 por unidad para la venta, diecisiete centavos arriba del cierre de ayer, tras operar plano durante todo el día”, describió el operador y analista Gustavo Quintana.

“No hay secretos: con la buena parte de la demanda de empresas trabada y la destinada a pagos de energía en pausa hoy, el mostrador del lado de la demanda quedó libre para el BCRA que aprovecha a llevarse todo lo que puede”, describió otro operador.

“Hoy prácticamente jugó solo, algo que de perdurar profundizará los problemas en la actividad”, advierte Andrés Reschini, de F2 Soluciones Financieras.

Las trabas para comprar el dólar oficial estarían detrás de los nuevos récords que anotan los precios de los dólares financieros, que operan a un promedio de $252, en el caso del contado con liquidación (CCL) y por encima de $244, en el caso del MEP. “Hubo importadores que se vieron obligados a volcarse a esa plaza en los últimos días para poder realizar giros que consideraban impostergables”, explicaron a LA NACION en el mercado.

El apuro que el BCRA muestra por recomponer su tenencia de reservas propias no sólo está vinculado con la necesidad de cumplir las metas pactadas (y ya flexibilizadas) con el FMI sino que revela que estaba otra vez rascando el “fondo de olla” para atender a una demanda fortalecida, en muchos casos, para aprovechar la ampliación de la brecha cambiaria.

Según estimaciones de mercado, al último viernes (cuando ya se había hecho el pago al FMI y no había llegado el reembolso de US$3980 millones) el BCRA tenía una posición real de reservas netas inferior ya a los US$1000 millones y una tenencia líquida negativa que rondaba los US$3600 millones.

La recompra de casi US$1000 millones que acumula en la semana (y el ingreso de los DEG’s ayer) le permiten recomponerla y quedar a la vez más cerca de cumplir con la meta de acumulación de reservas -que bajó para el trimestre que culmina mañana de US$4100 millones a US$3450 millones- ya que puede imputar para ello unos US$700 millones recibidos de organismos y ahora, entre los recomprado entre abril (US$161 millones), mayo (US$784 millones) y junio (unos US$ 400 millones a hoy) en total suma unos US$2045 millones para ese objetivo. (La Nación)

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