Según publica La Nación Los datos no están disponibles para consulta pública; de manera extraoficial dicen que los promovidos son 128, pero las cifras podrían elevarse hasta los 280 ingresos.
Por: Gustavo Ybarra
Las políticas de ajuste parece que no rigen para Cristina Kirchner. Poco antes de que el Gobierno decretara el cierre del ingreso de personal a la administración pública, como forma de intentar achicar el gasto en medio de la crisis económica, el Senado otorgó un masivo pase de empleados a la planta permanente de la Cámara alta.
Muchos de los beneficiados ingresaron a la Cámara alta de la mano de la vicepresidenta. Algunos, cuando llegó como senadora por la provincia de Buenos Aires en 2017. Otros, en diciembre de 2019, cuando se hizo cargo de la presidencia de la Cámara alta.
Más de 30 senadores del Frente de Todos y monobloques aliados también pudieron nombraron gente de su confianza. Según pudo saber este diario, la oferta para designar una persona por despacho fue rechazada por los líderes de Juntos por el Cambio argumentando la delicada situación económica que vive el país.
El peronismo, sin embargo, decidió seguir adelante. Entre los legisladores más beneficiados se destacan la vicepresidenta del interbloque del Frente de Todos, Anabel Fernández Sagasti (Mendoza), Oscar Parrilli (Neuquén), Adolfo Rodríguez Saá (San Luis) y Juliana Di Tullio (Buenos Aires).
El ingreso a la planta permanente de empleados que tienen poco más de dos años de antigüedad son los que más irritación causaron entre los empleados legislativos, sobre todo aquellos que llevan años en la planta transitoria esperando la preciada estabilidad laboral pero no cuentan con el impulso político necesario.
Una cantidad importante de nombramientos son de personal que trabaja con los funcionarios de confianza que la vicepresidenta designó en cargos claves cuando se hizo cargo del Senado, como las direcciones de Ceremonial y Protocolo, de Fortalecimiento Institucional y la Secretaría Administrativa.
“Son pícaros. Cuando el año próximo Cristina abandone la presidencia del Senado y los que vengan revisen su gestión no van a encontrar ningún pase a planta en el último año, que es lo tradicional, porque ya van a estar nombrados un año y medio antes”, explicó la jugada un experimentado funcionario de la Cámara alta.
La cifra oficial de pases a planta permanece guardada bajo siete llaves en el despacho de la secretaria Administrativa, María Luz Alonso. La joven economista y militante de La Cámpora no quiso hacer declaraciones ante la consulta de este diario. Tampoco se la puede consultar en la página web del Senado, en la que no se cargan las resoluciones administrativas desde abril último.
Voceros oficiales dejaron trascender que serían 128 los nuevos empleados permanentes. “Todos fueron pedidos por los gremios”, agregaron. De hecho, la medida se habría decidió junto con la paritaria firmada a mediados de julio por los secretarios administrativos de ambas cámaras legislativas con los sindicatos con representación en el Congreso: Asociación del Personal Legislativo (APL), Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) y Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).
Sin embargo, información a la que accedió LA NACIÓN elevaría esa cifra a 280, más del doble del número que filtraron desde despachos oficiales. El número surge de contrastar las plantas de personal permanente de octubre del 2021 con la de septiembre de este año.
Algunos casos
Entre los beneficiados por el pedido de los gremios se encuentra Gabriel Graves, uno de los secretarios privados de Cristina Kirchner y hermano de un dirigente de La Cámpora, Rafael Graves, que hoy se desempeña en el área de comunicación de la Anses.
Graves acompaña a la vicepresidenta desde enero de 2015. A partir de entonces siguió a su lado en el llano político del Instituto Patria y desde enero de 2018, como personal transitorio en el despacho de Cristina Kirchner en su regreso a la Cámara alta como senadora por la provincia de Buenos Aires.
Percibe la máxima categoría (A.-1) del escalafón legislativo, con un sueldo cercano a los 450 mil pesos.
Con igual categoría y también asignada en Presidencia de la Cámara trabaja Romina Córdoba, también flamante miembro de la planta permanente. La mujer ingresó al Senado de la mano de Virginia García, excuñada de Máximo Kirchner y exsenadora por Santa Cruz, y continúa al lado de la vicepresidenta desde 2017.
Otra colaboradora de años de la vicepresidenta es Nancy Esteche, quien ingresó a la jefatura de Gabinete en 2010 y desde 2013 y hasta 2015 se desempeñó como subcoordinadora de Madrinazgos Presidenciales. Ingresó al Senado en 2018 y ahora se desempeña en la Dirección de Relaciones Institucionales con la categoría A-3. En la misma dependencia reviste Federico Flumini, joven militante del PCCE con pasado en la conducción de programas radiales y que apenas tiene dos años y medio de antigüedad en el Senado.
Entre los senadores, la mendocina Fernández Sagasti es quien ha logrado sumar más empleados a la planta permanente, con al menos cuatro, aunque algunos de ellos no revisten en su despacho, sino que están en otras dependencias, como comisiones parlamentarias para eliminar cualquier vínculo aparente.
Es el caso de Carlos Gabriel Blanco, a quien la vicepresidenta del bloque oficialista designó cono subdirector de Relevamiento y Monitoreo de la Comisión Bicameral de Implementación del Código Procesal Penal. Aunque la comisión no se reúne hace más de un año, el último encuentro fue en febrero de 2021, Blanco fue beneficiado con el pase a planta permanente. Una persona con el mismo nombre aparece como integrante del Tribunal de Disciplina el PJ de Mendoza.
El que sí es funcionario en el peronismo de aquella provincia, que preside Fernández Sagasti, es Mariano Lazzarotti, quien el año pasado fue designado en la comisión de Contralor Patrimonial del partido y es otro de los elegidos por la senadora para sumarse a la planta permanente del Senado. (La Nación)