(Por: Rubén Lasagno) – La investigación por la grave contaminación que sufrió el Lago Argentino, en el frágil ecosistema frente al Glaciar Perito Moreno, da la sensación que está entrando en un estadío que promete no perforar la malla de la verdad y va en dirección a contaminarse con la más absoluta impunidad, diluyéndose mucho más presurosa que los hidrocarburos en el Brazo Rico.
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Alarmas que se encienden
Esta cuestión no recala en la opinión personal de quien construye este informe ni es parte de una actitud conspiranoica de parte del periodismo. Sí es de nuestra autoría la prognosis, cuando adelantamos desde el título que debido a la experiencia de 20 años en diversos casos graves que han rozado el poder y el sector económico (como en este caso) y debido a las señales claras que observamos a lo largo de los días, en la posición “oficial” de los distintos actores encargados de clarificar los hechos, observamos y decimos casi con total convencimiento, de que este caso no va a arribar a ninguna conclusión efectiva y seguramente la propia justicia federal le ponga una lápida a la verdad y a la investigación cierta de este verdadero desastre ambiental.
La prensa y el gobierno provincial ayudan, sin duda, a conformar esta atmósfera de encubrimiento para silenciar el efecto negativo de los hechos que ya son de dominio público nacional y nos ha generado todo tipo de consultas a nuestra Redacción, ya sea de grupos ambientalistas y ONGs como de colegas interesados en seguir el desarrollo de la noticia.
Sabido es que si uno repasa lo que filtra la prensa provincial, en algunos casos hay medios digitales que debajo de la noticia donde se exponen los argumentos técnicos oficiales (de Parques, la Provincia, Medio Ambiente o del Fiscal Federal), tienen un banner de la empresa Hielo y Aventura; casi una paradójica forma de insinuar que ese medio no irá un ápice más allá de lo que digan las autoridades.
Entre las últimas manifestaciones oficiales, Parques Nacionales dijo “No se encontraron vestigios de sustancias ni objetos contaminantes” y derivó las sospechas a posible arrastre de materia orgánica al lago, por medio de arroyos y cauces menores que decantan en el lago y puso en duda lo que rebaten claramente las imágenes publicadas por OPI. Prefectura Naval Argentina manifestó que no pudo constatar restos de hidrocarburos y manchas oleosas. El Fiscal Federal Subrogante de Río Gallegos, dijo “A simple vista no se ve nada, esa es la realidad, no hay rastros específicamente de manchas, ni de restos grandes o de hidrocarburos que uno pueda observar“. La empresa Hielos y Aventura no dio ni un mínimo comunicado.
Si esto no es preparar el terreno para cerrar este caso de contaminación como se han cerrado otros en distintos ámbitos y circunstancias, estaríamos siendo demasiado “inocentes”. Por eso es necesario profundizar en el tema y para eso recurrimos a quien puede contarnos desde la práctica profesional, lo que seguramente tratarán de disimular o distorsionar oficialmente, pero no lograrán confundirnos, porque aquí lo expresaremos de la forma en que nos fue comunicado el proceso, el procedimiento y las condiciones de solubilidad, volatilidad, precipitación y duración (eterna) de las moléculas de hidrocarburos en el agua, lo cual, si realmente se hace un estudio concienzudo y honesto, dificilmente pueda dar negativo o no se puedan establecer patrones que permitan determinar quién contaminó y las circunstancias en que esto sucedió.
La opinión de un entendido
Recurrimos, una vez más a la experiencia del Ingeniero en Petróleo local Eduardo Delía a quien lo precede una base experiencial en materia de contaminación por petróleo del mar, por cuanto, además de tener escrito artículos al respecto fue, investigador y redactó el informe final sobre el derrame que produjo el naufragio del buque tanque Metula que en el año 1974 encalló en el Estrecho de Magallanes cumpliendo un contrato de la empresa ENAP (Empresa Nacional de Petróleo) de Chile. La carga era de 193.472 toneladas (unos 276.388 m3 o 1.738.293 barriles).
Encallado en bancos de arena, el buque escoró y derramó alrededor de 28 mil toneladas de petróleo en el estrecho, llegando a las costas de Tierra del Fuego y la Pingüinera en el lado argentino. Se considera un naufragio más grave y mayor, inclusive, al del Exxon Valdez en México.
Con este antecedente irreprochable, Delía se constituye en nuestra mejor fuente técnica de información, para estimar lo que puede ocurrir con la contaminación frente al glaciar, la permanencia o no de los residuos en el Lago Argentino y la forma de establecer su presencia a partir de un trabajo científico serio para determinar las causas.
Hidrocarburos: huella indeleble en el agua
El ingeniero Eduardo Delía no dudó en asegurar que por lo que revelan las fotos y especialmente el video tomado desde la embarcación Alacalufe, la contaminación es evidente y el factor que lo produce está claro. Por otra parte señaló que la densidad del agua es fundamental para establecer cómo y de qué manera se comportan las partículas de hidrocarburos derramadas.
“En el agua dulce, debido a la menor densidad del agua, la flotabilidad de los hidrocarburos no se hacen tan visibles como en el mar, donde el agua salada al ser más pesada las hace flotar más fácilmente”, indicó el ingeniero.
Sobre la mecánica de contaminación y la forma en que ésta se produjo, Delía señaló “En este caso del Lago Argentino se ve claramente que el combustible o el aceite, o combustible con aceite fluye desde el motor del barco y las hélices se encargan de producir una emulsión, que genera un efecto nocivo para el lecho del lago por el cual le impiden a las partículas que floten y la mayoría terminan en el fondo” y agregó “por esto es muy importante que los responsables de la seguridad ambiental y de investigar lo ocurrido, puedan determinar qué ha pasado en el fondo del lago, porque este tipo de contaminantes van a seguir estando allí durante siglos”.
Consultado sobre las declaraciones de los funcionarios de Parques e inclusive el propio Fiscal Federal, en relación a que no se observan manchas sobre el agua ni en las costas, dijo claramente “Lo que se disuelve en el agua del lago es imposible verlo a simple vista si no es mediante un análisis muy específico del agua. Debemos tener en cuenta que en casos en que la mecánica de contaminación es mediante una hélice de un motor, como en este caso, se produce una emulsión muy fina y no tiene nada que ver con un derrame de petróleo, por ejemplo, donde el factor contaminante es más grueso y las moléculas del hidrocarburo están en reposo sobre el agua, además, en el caso del mar, la salinidad, facilita la flotabilidad. Nada de eso sucede en este caso”.
Otra de las consultas fue sobre las excusas per se, difundida por las autoridades, sobre el tiempo transcurrido entre el derrame y el momento en que se pasó a la acción “El hecho de que no se vea no significa que el contaminante no esté allí. Se debe llevar a cabo un proceso de análisis y comparación científica tomando muestras del combustible de la embarcación y las cisternas o depósitos donde haya agua dulce y el aceite, pero que a pesar de no verse, está. Con el análisis comparativo de la embarcación y las muestras de agua en el lago que deben ser tomadas en diversas cantidades y en distintos lugares, es suficiente para que se pueda establecer que el hidrocarburo o los aceites, tienen el mismo origen y están derramados tanto en la superficie como en el fondo”, afirmó el profesional.
Al respecto aclaró “el petróleo y sus derivados no se degradan en el agua; se pueden disolver, como en este caso, debido a la mecánica del mezclado, pero su presencia va a seguir allí por siglos. Por este motivo, no importa si las muestras las toman hoy o dentro de dos años. Lo fundamentalmente importante es que se tomen muestras de la embarcación, se precinte la misma, se ponga una consigna para que nadie altere esas pruebas y se constante las mismas con el agua que se recoje en el lecho del lago”.
Y fue más allá al apuntar “Para que se tenga una idea de “la huella dactilar” que tienen los derrames de este tipo, baste decir que no existen dos hidrocarburos que tengan la misma estructura, por lo tanto, tomar una muestra del barco y compararla con la que se recoja del lecho, es fundamental para establecer el origen del derrame y la compatibilidad del contaminante” y agregó “pero acá juega un papel muy importante el interés que haya de saber lo que realmente pasó y quién fue o es el responsable de producirlo”.
Técnicamente posible, humanamente improbable
Señaló también que es difícil poder evaluar la cantidad y lugar donde va a recalar el hidrocarburo, el gasoil o el aceite por el efecto de las hélices de la embarcación y la parte de ese hidrocarburo que se va a precipitar al fondo, indicando que indefectiblemente el que esté en superficie va a terminar en la costa debido al viento, la temperatura y al movimiento del agua, incluyendo por la acción propia de los barcos que generan oleaje y desplazamiento de la masa de agua.
“Hay muchas variables que juegan para determinar esos factores- continuó explicando Delía – pero lo que si está comprobado es que el impacto sobre la fauna del lago es indetenible y generalmente si uno sigue los vientos predominantes en la zona, va a encontrar residuos de esa contaminación, restos de aceites, combustibles o cualquier hidrocarburo que se hayan derramado en el agua, aparecerán en la costa. El problema, en el caso de estos impactos ambientales negativos es que las consecuencias suelen no verse en lo inmediato, son a largo plazo y eso juega contra el propio ambiente que es agredido”.
De sus claras explicaciones, queda perfectamente entendido que existe la tecnología suficiente y necesaria para desentrañar la verdad de lo ocurrido, pero solo el factor humano, podrá hacer posible o improbable, que se llegue a una conclusión válida y certera.
Todo el mundo mira hacia los glaciares
Para ejemplificar lo que ocurre en casos de derrames de hidrocarburos en el agua y el comportamiento de esta sustancia, previo a realizar las salvedades del caso, tanto en cantidad como en calidad, Delía señaló que el derrame del buque Metula, en los años ´70, donde él participó, ha dejado consecuencias irremediables que aún hoy se pueden encontrar en la costa argentina, aunque también señaló que la falta de medios y tecnología de ese momento, agravó la situación y la magnitud del desastre.
El combustible no se degrada, por lo tanto, si cualquiera de los actores responsables de la investigación en la contaminación del lago Argentino, sustentan la teoría de la desaparición de pruebas relacionándolo con el tiempo y la cantidad, tendremos el derecho a sospechar que nada o muy poco se ha hecho bien y que existe una intencionalidad mayor por ocultar lo ocurrido, que por develar la verdad.
De acuerdo a lo que nos transmitieron ONGs ambientalistas de nivel nacional, cabría la posibilidad que al ser los Glaciares Patrimonio de la Humanidad, se haga la denuncia en organismos internacionales que preservan el medio ambiente, exigiendo su intervención para que se exija una investigación seria y responsable, sobre las consecuencias fácticas del derrame de hidrocarburos en el Lago Argentino.
Cabe recordar que la legisladora nacional Roxana Reyes y el diputado provincial Pedro Muñoz, han elaborado y presentado en sus respectivos ámbitos, sendos informes exigiendo explicación puntual y concreta a las autoridades de Parques y de Medio Ambiente, sobre lo ocurrido como las tareas de investigación y remediación adoptadas.
Asimismo, tenemos conocimiento de que en los próximos días, otros legisladores actuarían en el mismo sentido, debido a la importancia sustancial del tema y ante el peligro de que los intereses de origen espurio, sepulten la verdad, como el hidrocarburo en el agua del lago Argentino. (Agencia OPI Santa Cruz)
No se ha publicado ni un solo nombre de las personas que serian responsables.
Ni los nombres de Hielo y Aventura, ni el capitan del barco ni el de los maquinistas encargados del motor
Tamboco se saben las direcciones en donde funcionan o viven las mencionadas personas
Nadie sabe nada y pretenden que organismos (integrados por otros sabtacruceños que no saben nada) diga la verdad sobre lo sucedido. Tembien pretenden que la “justicia” aclare el tema
TODOS son complices. Haganse cargo
Genial el informe. Muy fundamentado y con opinión calificada
Felicitaciones OPI
Completísimo informe que eleeva la vara si estos corruptos intentan esconder un elefante entre las ovejas
Felicito al Ing Delia todo un ejemplo de esfuerzo de vida.
Grandes y buenos datos reveladores
Con toda la informacion que hay aca y en los informes anteriores vamos a ver que hacen los de Parques y que concluye la justicia.
Me siento en el balcón y como pochoclos
“El caso de la contaminación va a un punto muerto irremediable e inexorablemente”
Necesitamos Jueces y Fiscales que eviten que esto suceda.
Solo así este pais podrá salir adelante, sino seguiremos detrás de los deseos de los políticos como hasta hoy.
Me parece que la cosa es muy simple: Hay que tomar una muestra donde esta la contaminacion y ver si realmente es de hidrocarburos, luego se evaluara las consecuencias y culpabilidad si la hay
bien ahi OPI solo la presion de uds pueden mover las cachas de estos transfugas
Ojala la justica tome en cuenta estos informes pero me parece como dice arriba un lector::::: no va a pasar naaadaaaa
TO DOS PRE SOS POR FAVORRRR!!!